La sal, ha sido un producto valioso desde tiempos bíblicos. Relativamente escasa, se la utilizaba para comerciar. La palabra “salario” viene de que los romanos, muchas veces, pagaban con sal en lugar de dinero.
En la mina Salina Turda en Rumanía, hay un lago subterráneo con botes a remo para los visitantes. |
Antes de la Revolución Industrial y las nuevas técnicas y herramientas de minería, la minería de la sal se consideraba cara, intensiva en mano de obra y peligrosa.
Los trabajadores estaban en contacto directo con la sal y al inhalarla durante toda la jornada corrían el riesgo de sufrir deshidrataciones graves. Casi nadie aceptaba trabajar en esas condiciones, por lo que se apelaba a esclavos o presidiarios.
Hoy, hay tres métodos para obtener sal: minería subterránea, minería de disolución o evaporación solar. Salvo la sal marina, la sal se extrae de minas.
En la minería subterránea, la sal suele estar depositada en antiguos lechos marinos enterrados por la actividad tectónica a lo largo de miles de años. Se perforan pozos hasta el fondo de la mina. A continuación, se extrae la sal, se tritura y se acarrea en cintas transportadoras hasta la superficie. Esta sal suele comercializarse como sal de roca.
En la minería de disolución, se perforan pozos sobre lechos o domos salinos y se inyecta agua para disolver la sal. La sal disuelta (salmuera) se extrae mediante bombeo y se lleva a una planta donde se hace hervir el agua para evaporarla, dejando sólo la sal, que se seca y refina. Así se produce la sal de mesa.
El tercer método para producir sal es a través de la evaporación solar, que sólo es factible en lugares con una baja pluviosidad y altas tasas de evaporación. El viento y el sol evaporan el agua marina en lagunas poco profundas, dejando la sal. A continuación, se recoge, se limpia y se refina. Es la forma más pura de la sal, llegando casi al 100%.
La sal tiene múltiples aplicaciones: para cocinar y conservar alimentos, purificar el aluminio, tratar piscinas con cloro o derretir el hielo en las carreteras.
La sal es hoy más barata pero sigue fascinando y muchas minas han sido convertidas en atracciones turísticas. La mina de sal Salina Turda en la región de Transilvania, en Rumanía, fue transformada en un centro de haloterapia (o terapia salina) y un parque de diversiones, con rueda gigante, campo de minigolf y anfiteatro. En la mina de sal de Berchtesgaden, Alemania, los visitantes se visten de mineros y bajan a gran profundidad en un funicular y una balsa.
PRODUCCIÓN GLOBAL DE SAL
- China es el mayor productor global de sal, con 64 millones de toneladas en 2010. Otros grandes productores son Estados Unidos, Alemania, India y Australia.
- Más de la mitad de la producción global se destina a la industria química.
- Se prevé que la demanda de sal crecerá a un ritmo anual del 3,3 por ciento hasta 2015, alcanzando 300 millones de toneladas.
- La evaporación solar aporta el 40 por ciento de la producción.
Texto: Alannah Eames
Fuente: http://minestories.com/salt-of-the-earth/