Como señalan desde Bloomberg , China es el mayor comprador mundial de lingotes, monedas y joyas de oro. Pero el cierre total de las actividades del país obligado por la epidemia de coronavirus ha vaciado los centros comerciales y ha reducido a cero las primas que se pagaban sobre el precio de los productos de oro.
A la industria del oro le queda un largo camino por recorrer hacia la recuperación. De momento, las autoridades chinas han lanzado una campaña de fomento del consumo en Pekín, animando a los ciudadanos a salir de sus casas y comprar para reactivar la economía.
Las complicaciones que presenta el mercado del oro en China constituyen un factor que puede obstaculizar la subida del precio del metal, que durante el mes de marzo alcanzó los 1.700 dólares la onza, su precio más alto de los últimos siete años.
No en vano, los consumidores chinos acapararon en 2019 cerca de la quinta parte de la demanda global mundial de oro, que fue de 4.356 toneladas, según los datos del Consejo Mundial del Oro.
En palabras de Zhang Yongtao, CEO de la China Gold Association, “la demanda local de oro va a recuperarse muy lentamente. Después de que haberse reanudado la producción, el mayor problema es que no hay órdenes de compra”.
En efecto, las ventas de joyas de oro y plata se han desplomado un 41% durante los dos primeros meses del año. Desde la China Gold Association estiman que el volumen de joyas de oro vendidas durante el primer trimestre del año se reducirá al menos a la mitad, estableciendo un declive que se va a extender al año completo.
Según Yongtao, “los consumidores no van a comprar joyas de oro hasta que no acabe la epidemia y los inversores chinos no están dispuestos a comprar metal en estos momentos”.
China ha reanudado su actividad laboral y se encuentra a un 90% de su capacidad, aunque los ciudadanos aún son reticentes a acudir a lugares frecuentados y el desempleo constituye una de las principales preocupaciones.
Frente a esta inactividad del consumo de oro en el mayor mercado mundial, la actividad en el mercado global fue frenética durante la semana pasada. Los cierres de refinerías y la suspensión de vuelos provocaron una crisis de suministro en el mercado de futuros de Nueva York, ya que a los traders les resultaba imposible obtener el oro físico suficiente para cumplir sus compromisos.
Una de las consecuencias de la caída del consumo de oro en China ha sido el desplome de las primas que se pagaban sobre los productos de este metal. Según un reciente informe de Citigroup, estas primas han caído hasta niveles negativos que no se veían desde la crisis de 2008.
Según las previsiones del banco estadounidense, los niveles de consumo de joyería podrían caer a los mínimos de la última década o incluso más.
Pese a todo, los recortes en la producción de las refinerías van a permitir que el precio del oro siga subiendo, mientras que las condiciones económicas internacionales, como los bajos tipos de interés, la debilidad de las bolsas y la política monetaria global, van a seguir favoreciendo al metal precioso.
Fuente: https://oroinformacion.com/