La empresa responsable de hacer realidad la visión de Verne se llama, naturalmente, Nautilus Minerals y es de origen canadiense. Fue creada para la exploración del lecho marino en busca de sistemas masivos sulfurados (SMS por su sigla en inglés: Seafloor Massive Sulphide), más conocidos como nódulos marinos en el mundo minero, para su explotación a escala comercial.
Hoy la empresa tiene definido y explorado el primer prospecto. Se conoce como Solwara 1, ubicado en aguas territoriales de Papúa Nueva Guinea y –desde 2011– la compañía cuenta con los permisos necesarios de parte de la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos y del gobierno de ese país. El depósito se encuentra a un profundidad media de 1.600 metros.
Nautilus Minerals dispone, además, de planes de desarrollo para otras áreas de Papúa Nueva Guinea y también en Fiji, Tonga, las Islas Salomón, Vanatu y Nueva Zelanda en el Pacífico Occidental.
Como se sabe, el lecho marino de Chile y de Perú tiene importantes recursos mineros en nódulos marinos, los que se conocen desde hace varias décadas, como lo ha informado MINERÍA CHILENA.
Dueños
Entre los accionistas de Nautilus Minerals figuran dos relevantes compañías mineras a nivel mundial: MB Holdings Company LLC, dueña del 27% de la empresa, y Metalloinvest Holdings (Cyprus) Limited, que posee el 15% de las acciones. El Estado de Papúa Nueva Guinea tiene otro 15% de participación, en tanto que el saldo de las acciones está en manos de terceros accionistas. La compañía se transa en bolsa (TSX:NUS, OTCQX:NUSMF, OTC:NUSMF) y es miembro de Nasdaq.
Nautilus Minerals se focaliza en los descubrimientos de relevantes reservas de sulfuros SMS en el Pacifico Sur Occidental. En 2011 la compañía Tonga Offshore Mining Limited (TOML), una subsidiaria de Nautilus, obtuvo derechos de exploración en una superficie de unos 75.000 kilómetros cuadrados en la zona Clarion Clipperton, en aguas internacionales del Pacífico Central, al sur de Hawaii y al oeste de México.
El área contiene un importante recurso inferido de nódulos polimetálicos de níquel, cobre, cobalto y manganeso. La empresa ha hecho importantes campañas de exploración en estos territorios para entender el potencial del recurso y construir sus reservas viables de ser explotadas.
Estas campañas se desarrollaron entre 2007 y 2013 y permitieron caracterizar estos nódulos marinos con contenidos de 1,2% de níquel, 1,1% de cobre, 0,24% de cobalto y 26,9% de manganeso.
La campaña de perforación del yacimiento Solwara 1 entregó resultados muy auspiciosos, que indican una ley de 7,2% de cobre, 6,4 gt de oro, 34 gt de plata y 0,9% de zinc. Fue este conocimiento geológico el que le permitió a la empresa elaborar su plan de desarrollo comercial.
El proyecto Solwara 1 tiene una vida útil proyectada de tres años, en los que espera producir entre 70.000 y 80.000 toneladas de cobre por año y unas 120.000 onzas de oro, dependiendo de que se cumplan las estimaciones hechas por los geólogos y que las condiciones de operación se ajusten a los parámetros de diseño.
La inversión de Nautilus Minerals al momento de la puesta en operaciones de Solwara 1 habrá totalizado una cifra del orden de los US$500 millones.
Tecnología probada
Nautilus Minerals utiliza tecnología probada previamente por las industrias del petróleo y el gas, y también de dragado marino, como otras propias de la actividad minera tradicional. Como resultado de ello, se definieron tres componentes principales del sistema de explotación: las herramientas de producción del lecho marino (SPT, Seafloor Production Tools), el sistema de levante del mineral (RALS, Riser and Lifting System) y el navío de soporte de la producción (PSV, Production Support Vessel).
Se diseñaron también otras herramientas de apoyo, tales como el cortador auxiliar (AC, Auxiliary Cutter) y el cortador principal (BC, Bulk Cutter). Estas dos máquinas están diseñadas para cortar y recolectar el mineral en el fondo marino, para que una tercera unidad, llamada máquina colectora (Collecting Machine), lo succione como pulpa desde el fondo marino para transportarlo mediante una tubería flexible, hacia la bomba de fondo marino y desde allí a la nave de producción mediante el sistema RALS.
Allí, después de remover el agua de la pulpa, ésta se traslada a una nave de acopio que dispone de bodegas donde se hace el almacenamiento temporal, para después traspasarla a un barco granelero que llevará el mineral a China.
Varias empresas de reconocida trayectoria han participado en el diseño del equipamiento de producción submarina.
Así, por ejemplo, el tambor rotatorio de producción del BC fue diseñado y construido por Sandvik, en Austria, usando un diseño similar al de las rotoexcavadoras que se emplean en la minería subterránea. Las zapatas para todas las unidades SPT fueron diseñadas y construidas por Caterpillar, utilizando diseños existentes aplicados en excavadoras convencionales. La modificación de las zapatas para uso submarino fue completada por SMD en consulta con Caterpillar y Sandvik. Las bombas para pulpas de las tres unidades SPT fueron provistas por la empresa Damen, uno de los principales fabricantes mundiales de este tipo de implementos.
Los sistemas hidráulicos de las unidades SPT provienen de equipamiento convencional de Bosch Rexroth, con adaptaciones introducidas por SMD. Las mangueras flexibles para las tres unidades SPT fueron suministradas por la alemana ContiTech AG y son similares a las mangueras de goma que se utilizan en faenas de bombeo de pulpas minerales.
Las empresas involucradas en las simulaciones y pruebas de los equipos de producción incluyen a Csiro, de Australia; Cellular Robotics; Deltares; Universidad Tecnológica de Estambul, Turquía; ContiTech Oil and Marine Corp., Alemania; y Paterson and Cooke Consulting, de Canadá. También GE Oil and Gas participó en el desarrollo del RALS junto al contratista principal de Nautilus, la empresa Technip USA, y fue construido por el subcontratista General Marine Contractors.
Una parte importante de todas estas máquinas de producción submarina ya fueron fabricadas y entregadas al dueño. Es el caso de las SPT, que fueron provistas a Nautilus en enero de 2016 y embarcadas a Omán, aun cuando todavía no se ha decidido si los equipos se probarán en trabajo submarino en Omán o en Papúa Nueva Guinea. Los tres winches umbilicales que entregan y administran la energía que consumen los SPT fueron encomendados a SMD y están listos para su entrega.
El sistema para poner y sacar las máquinas de producción desde el fondo marino (LARS, Launch and Recovery System) ya está en las bodegas de Nautilus Minerals, en tanto que el Riser and Lifting System está en proceso de ensamblaje para ser incorporado al PSV, que está en avanzada etapa de construcción en astilleros de Fujian Mawei Shipbuilding Ltd. (FMSL) en la provincia de Fujian, en el sudeste de China. Trabajo que se inició en septiembre de 2015 y que debe terminar a fines de este año. Marine Assets Corporation (MAC) de Dubai, Emiratos Árabes, empresa, especializada en soluciones para operaciones offshore, será la dueña y operadora del barco PSV, el cual tiene 227 metros de longitud y una capacidad para 180 trabajadores a bordo.
Concesión en 2010
En 2010 la empresa Nautilius Minerals obtuvo la primera concesión privada del mundo para explotar recursos minerales del fondo marino. La empresa planea extraer 870.000 toneladas de oro y cobre en la costa de Papúa Nueva Guinea durante la vigencia de la concesión.
Junto con esto, y ante la proliferación de plataformas submarinas extractoras de petróleo, la Organización de Naciones Unidas (ONU) creó la Autoridad Internacional para los Fondos Marinos, que regula el uso del subsuelo de los mares internacionales, sus cuidados y compensaciones.
Autoridad Internacional de los Fondos Marinos
La Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (en inglés International Seabed Authority, ISA) es una organización internacional autónoma establecida para organizar y controlar las actividades de exploración y explotación de los recursos en los fondos marinos y oceánicos y su subsuelo fuera de los límites de la jurisdicción nacional (denominados la Zona). Es una organización autónoma que tiene un acuerdo de relación con las Naciones Unidas. Su sede se encuentra en Kingston (Jamaica).
La entidad fue establecida y sus tareas definidas en 1982, por la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, confirmadas por el acuerdo de 1994 –año en que entró en funciones–, relativo a la aplicación de la parte XI de la convención. Esta última define a los fondos marinos y oceánicos y sus recursos como “Patrimonio común de la humanidad”. ISA tiene 167 Estados miembros y Unión Europea al 15 enero de 2015.
La Autoridad Internacional de los Fondos Marinos ha comenzado a emitir contratos de exploración ante el rechazo de los defensores del medio ambiente, quienes reclaman que hay que proteger la frágil biodiversidad oceánica y que no se conocen los riesgos ligados a la extracción de minerales del fondo del mar.
Hasta ahora el organismo ha aprobado 27 contratos de exploración, la mayoría de ellos a partir de 2011. Son contratos a 15 años que permiten la exploración minera en un millón de kilómetros cuadrados (390.000 millas cuadradas) en el fondo de los océanos Pacífico, Atlántico e Índico.
En 2010 China pidió a esta entidad permiso para explotar una zona al suroeste del océano Índico, y Francia y Rusia están desarrollando tecnología propia para avanzar en la extracción submarina, principalmente porque mucho del material estéril en los yacimientos submarinos es rico en elementos que son requeridos por la industria farmacéutica.
El representante de Chile ante ISA es el embajador de Chile en Jamaica, Eduardo Bonilla. La próxima Asamblea General del organismo está prevista para entre el 31 de julio y el 18 de agosto de 2017 en Kingston, Jamaica.
Fuente: www.mch.cl