El uso del oro con fines terapéuticos se extiende al tratamiento del cáncer de próstata

Un grupo de investigadores en Australia ha descubierto recientemente la utilización de oro como parte importante en el tratamiento del cáncer de próstata. A través de la inyección de pequeñas cápsulas de oro en la próstata de un paciente, se ha conseguido acotar el crecimiento de un tumor y restringirlo a un área reducida para aplicarle un tratamiento de quimioterapia.

Este hallazgo se ha publicado en la Revista Internacional de Radiación Oncológica (International Journal of Radiation Oncology) bajo la dirección del profesor Jim Denham y acompañado de su equipo de especialistas residentes en el Hospital Calvary Mater y la Universidad de Newcastle.

El estudio se ha hecho sobre una muestra de 282 pacientes oncológicos, discriminando entre unos pacientes tratados con oro y otros que no. Los enfermos tratados con oro han arrojado unos resultados extraordinarios, dada la dificultad de su tratamiento, ya que son pacientes con cáncer avanzado y gran cantidad de sesiones de quimioterapia a sus espaldas.

La inyección de oro se hace en tres puntos concretos de la próstata separados dos milímetros dos a dos. En este sentido, se forma un triángulo sobre el que se aplica el tratamiento de radiación a través de resonancias magnéticas. Los investigadores, tras aplicar esto, han visto que son capaces de acotar el crecimiento del tumor y también de reducir los efectos que producen las radiaciones sobre la calidad de vida del enfermo.

El profesor Denham muestra su satisfacción y sorpresa con estas palabras: “Para mí ésta es una de las mejores cosas que me han ocurrido en mi vida médica. Es extraño ver algo que funciona tan radicalmente”. “Éste es un paso hacia delante muy sólido. Permite a las nuevas tecnologías otro uso más propio. Va en la buena dirección para cambiar las prácticas”.

Los resultados de esta investigación también se pueden comprobar a través del testimonio de un paciente al que se le ha aplicado el tratamiento con oro. Bob McGregor, de 67 años, subraya que es un tratamiento mucho menos doloroso que la quimioterapia o las biopsias. Sólo se necesita anestesia local y tiene pocos efectos secundarios, como ya había hecho notar los investigadores en su publicación.

La cuestión esencial, en suma, no es tanto las potencialidades sobre el mercado del oro de este descubrimiento. La investigación médica es lo verdaderamente importante y descubrimientos como éste son muy bienvenidos en el avance de la lucha contra el cáncer.

Fuente: Mine Web

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