Buscar entrada

Pachacamac y los minerales de Cobre - Historia Minera

.

En el desarrollo cultural de las civilizaciones prehispánicas que existieron en nuestro territorio, la utilización de pinturas en murales, cerámicas, textiles y otras expresiones culturales, estuvo muy ligada a la ideología religiosa.

Algunas de estas pinturas tenían como materia prima a minerales de cobre; entre otros, a la azurita y a la atacamita, como veremos a continuación.
Izquierda: Azurita con malaquita - Derecha: Cristales de Azurita

Azurita: Carbonato de cobre Cu3(CO3)2(OH)2

Todas las sociedades surgidas en América antes de la llegada de los europeos a fines del siglo XV, tuvieron una idea o noción muy particular de como surgió el mundo y la humanidad; las diversas religiones que se lograron desarrollar en estas sociedades, dieron respuestas a todas las interrogantes que se planteaban sobre el particular.

Los dioses, que son creaciones inmateriales de los hombres y no tienen existencia real, como Pachacámac, al cual le atribuían la creación del mundo y de todo lo existente; según una leyenda, en el inicio de la humanidad, no existían alimentos para el primer hombre ni para la primera mujer, el hombre no pudo subsistir y murió.

El sol fecundó a la mujer, pero Pachacámac, celoso de este acto, mató al hijo de ambos, al cual lo descuartizó y enterró sus partes, de los cuales después, nacieron los alimentos: de los dientes el maíz, de los huesos la yuca, etc.

Al dios Pachacámac se le construyó un centro ceremonial, el cual estuvo situado a unos 30 km de la actual ciudad de Lima, capital de la república del Perú; en la actualidad, quedan muchos vestigios de esta construcción, que se le denomina también Pachacámac.

«.....nombre del ídolo o dios falso a quien era dedicado, que quiere decir Hacedor del mundo; el cual era labrado de palo con una figura fiera y espantable, y con todo eso muy venerado; porque hablaba por él el demonio y daba sus respuestas y oráculos a los sacerdotes.....» (Bernabé Cobo «Historia del Nuevo Mundo» 1653).

Las construcciones se fueron realizando en diferentes épocas, con diferentes estilos, desde el siglo I al XVI dC.; los trabajos arqueológicos han determinado que las primeras obras se realizaron con pequeños adobes, los que se pueden apreciar en los denominados Templo Viejo y Urpayanachac, en las bases del Templo del Sol y en el Templo Pintado.

Entre los años 500 y 1000 dC. aprox. se establecen en el área, los Wari, quienes continuan con las construcciones y además, construyen tumbas para los grupos de élite. Luego de la decadencia y final del imperio Wari, se logra desarrollar una cultura de carácter regional, la cual ha sido llamada Ichma; ellos construyen el gran Centro Ceremonial de Pachacámac, compuesto de 15 templos con rampas.


Al parecer, en esta época (entre los años 1000 y 1450 dC.) se logra imponer el culto al dios Pachacámac, que se expande por toda la costa del actual Perú; desde muy lejos debieron llegar peregrinos para rendir tributo a este dios, llegando con ofrendas, generalmente objetos de oro y plata, entre otros presentes. Los gobernantes (y sacerdotes a la vez) de Pachacámac, se dedicaron al comercio, intercambiando productos con poblaciones del altiplano y amazonía, incluso se dice con el Caribe.

Los incas debieron llegar a la zona en el año 1450 dC. aprox.; ellos realizan nuevas construcciones: el Templo del Sol (dedicado al dios incaico), el Acllahuasi (casa de escogidas), el palacio de Taurichumbi y otros más.

Finalmente, en el año 1532 arribaron los españoles, quienes se llevaron todos los objetos de oro y plata existentes en Pachacámac, como parte del rescate exigido por éstos al inca Atahuallpa.
El dios Pachacámac fue incorporado al culto del imperio incaico; según algunos, su imagen se hallaba tallada en madera (árbol de zapote), en cuya parte superior (de 50 cm) había un personaje con dos caras, las cuales estaban mirando hacia lados opuestos: mostrando en uno de ellos, imagenes de maíz (que representaría lo solar) y en el otro, imagenes de animales (que representaría lo lunar).

En la parte central (de 120 cm) existen diseños de felinos, serpientes, personajes antropomorfos (que representarían al mundo andino); la parte inferior (de 54 cm) carece de imagenes, porque iba enterrada al piso.


El centro ceremonial de Pachacámac siempre lució pintado, utilizándose diversos colores, especialmente: amarillo, rojo, negro y blanco, también utilizaron los colores verde y azul, este último obtenido de la azurita.

La azurita es un carbonato hidratado de cobre, de un bello color azul intenso o profundo, que es su característica distintiva; también los hay de color azul vivo oscuro a azul cielo; posee en su composición casi 70 % de cobre.

Entre otras características interesantes de la azurita, podemos mencionar que tiene un brillo vidrioso a adiamantino, de una tenacidad quebradiza, con un clivaje perfecto, es transparente a translúcido, de fractura concoidea, de textura terrosa a aterciopelada.
Es un mineral de origen secundario, formado en la zona de oxidación de yacimientos de cobre; asociado con frecuencia a minerales de cobre, mayormente con la malaquita, también con la cuprita, la chalcocita y la atacamita, entre otros minerales.
Se presenta en la naturaleza en forma cristalizada o en masas fibrosas, pero muchas veces, en formas mamelonadas y terrosas. Es algo tóxico.
Los cristales de la azurita son de un azul brillante atrayente, además éstos son prismáticos, alargados y tabulares. La azurita fue muy utilizada en la antigüedad, como en Pachacámac, pues de ella se obtenía un pigmento o pintura azul; también fue utilizado como cosmético por las mujeres, para las sombras de los ojos; así como en joyería. El dios Pachacámac también era conocido como el dios de los temblores.

Atacamita: Oxicloruro de cobre Cu2(OH)3Cl

Dos consideraciones totalmente opuestas tuvo Pachacámac por parte de los invasores incas y españoles.

Cuismancu era el curaca (gobernador) del valle cuando invaden el lugar los incas, más o menos en el 1470 dC.; las tropas de Pachacútec estaban al mando de Cápac Yupanqui. Los adoradores del Sol, es decir los incas, impusieron su religión, pero respetando la existente y el lugar.


Atacamita

«…..que adorasen los yuncas al Sol, como los Incas. Que le hiciesen Templo aparte, como el Pachacámac…..» (Garcilaso de la Vega «Comentarios reales de los incas» 1609).
Durante la presencia inca en el lugar, Pachacámac continuaba gozando de prestigio; desde muy lejos le traían ofrendas, generalmente de oro y de plata.
Taurichumbi era el curaca del valle cuando invaden el lugar los españoles el 30 de enero de 1533; parte de la tropa de Francisco Pizarro estaba al mando de Hernando Pizarro. Los cristianos destruyeron y saquearon el lugar.
«…..el capitán mandó deshacer la bóveda donde el ídolo estaba, y quebrarle delante de todos…..» (Francisco de Xerez «Verdadera relación de la conquista del Perú» 1535).
El Templo de Pachacámac conocido también como «Templo Pintado», era una pirámide de unos 100 m de largo por unos 50 m de ancho.
Todo parecer indicar que el mencionado Templo tuvo dos periodos bien definidos: el primero (años ¿650-750?), donde estuvo pintado integramente de rojo; el segundo (años ¿750?-1533), donde estaba con otros colores.
Los estudios realizados sobre el «Templo Pintado», indican que además del color rojo, se utilizó otros colores: amarillo, verde, blanco, azul, rosado y negro. Se encontró algunos recipientes conteniendo los pigmentos o pinturas utilizados; del examén químico realizado, se determinó que el color verde tenía como materia prima a la atacamita.
La atacamita es un mineral de cobre de variadas tonalidades verdes: verde, verde pálido, verde oscuro, etc. Es un oxicloruro de cobre, de brillo adamantino a vítreo, transparente a translúcido y de una dureza media; de tenacidad frágil, aunque es un mineral raro en la naturaleza.

Se le puede encontrar en las zonas de oxidación de los depósitos de cobre, especialmente con la malaquita,
la cuprita y la azurita, entre otros minerales de cobre; generalmente en medios ambientes áridos y salinos; es muy abundante en el desierto seco de Atacama, de allí su nombre Los incas designaban con el nombre de lacsa a este mineral de cobre.
Los minerales de cobre, base para fabricar las pinturas, eran molidos en unos morteros de piedras (maray) y guardados en unos recipientes de calabazas (mates) o en unos tubos de caña o también, en valvas de moluscos.

Jorge Olivari Ortega
Membre du Club de Minéralogie de Montréal



Precio de los Metales



[Most Recent Quotes from www.kitco.com] [Most Recent Quotes from www.kitco.com][Most Recent Quotes from www.kitco.com]

Eventos 2016

VIDEO

Una Mina de Oro Moderna

La minería de oro profesional del siglo XXI representa una industria moderna a gran escala que utiliza tecnologías avanzadas, seguras y limpias. Esta es la historia de cómo se produce uno de los metales más importantes del mundo. (Video generado por World Gold Council).

Posted by Red Ingeniería de Minas on Sábado, 31 de enero de 2015